El cepillo esta de huelga

Un día me levante con ganas de desayunar y mi papá me dijo gritando que me lave los diente pero yo no quería lavármelos porque tenía muchísima hambre. Me cansé de desayunar y después me fui a lavar los dientes. Ahí fue cuando vi que el cepillo de dientes no tenia los pelitos, estaba de huelga. No sabía que pasaba hasta que la pasta de diente me dijo que el cepillo está enojado conmigo. Fui  a hablar  con el para ver lo que le molestaba. El cepillo sacó una lista con todos los motivo de huelga:
- No se quería despeinar el pelo 
- Estaba viejo y se quería jubilar
- La boca estaba sucia 
- Como muchos caramelos y el cepillo hacia mucho trabajo
- Tengo muchas caries.
Me puse triste y le dije que nunca más voy a comer caramelos y que voy a visitar más seguido al dentista. El cepillo me perdono y volvió a funcionar. 
La historia tuvo un final feliz.










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